Phil Mickelson no ha salido nada bienparado del tercer día en el Shinnecrock Hills. No ha sido el único, pero quizá sí uno de los que más ha sufrido, con una ronda de 81 golpes que le ha llevado a una de las últimas plazas.
El zurdo de San Diego, ganador de cinco Majors, no sabemos si queriendo o sin querer, perdía el control en el green del hoyo 13, cuando tras un putt fallado, se fue a por la bola y, sin dejar que esta se parase (algo que no está permitido), la volvió a golpear.
»Tuve varias ocasiones en las que quería hacer eso y al final lo hice. Sabía que me iban a poner dos golpes de penalización, pero no falté al respeto a nadie», comentaba. Genio y figura.