Parecía un mal presagio, para el ochenta y un veces ganador en el PGA Tour, no parecía que fuera a mejorar tras dos bogeys más en los dos siguientes hoyos.
El optimismo de una nueva temporada había desaparecido tras los tres primeros hoyos, desde su majestuosa victoria en el Masters allá por el mes de Abril Tiger no había vuelto a jugar de la misma manera. Seis corte fallados, y sin plaza para el Tour Championship.
¿Le estaba dando problemas su rodilla después del reciente artroscopia? ¿O tal vez la su vertebra fusionada estaba causando un problema? ¿Qué pasa con ese músculo oblicuo que lo dejó fuera del evento de apertura de los Playoffs FedExCup de la temporada pasada?
No. No fue nada de eso. Era solo un poco de óxido.
El trece, su cuarto hoyo, fue una transición, par. De ahí en adelante se desató la furia del que fuera número uno del mundo. Tres birdies consecutivos, con uno más en el hoyo dieciocho para situarse uno bajo el par, al terminar la primera vuelta.
La segunda parte del recorrido no hizo más que confirmar que el “Tigre” estaba en forma. Destrozó Accordia Golf Narashino Country Club, nueve birdies en catorce hoyos, sesenta y cuatro golpes, seis bajo par. Compartiendo liderato con Gary Woodland. El local Hideki Matsuyama está tercero con cinco bajo par.
Sergio García con el par del campo, setenta golpes, ocupa el puesto vigésimo quinto. Rafa Cabrera-Bello 73 golpes, tres sobre el par del campo, puesto cincuenta y ocho.