28 de marzo de 2024

Álvaro Beamonte desvela el segundo mito: La Distancia

Álvaro Beamonte desvela el segundo mito: La Distancia

Domingo 17 de marzo de 2013. Sobrevolando el Océano Atlántico camino de Montreal. La verdad es que no sabía muy bien como iba a hacerlo. Tres días antes me habían llamado de la Escuela de Negocios HEC Montreal, dependiente de La Sorbona, para saber si podían hacerme unas consultas sobre datos estadísticos de golf. Me había cogido de sorpresa, entre clase y clase de viernes en la Escuela Palacio del Negralejo. Me tuvieron casi dos horas al teléfono, y para acabar, me preguntaron que si estaría dispuesto a ayudarles en un proyecto de investigación. Fue como un interrogatorio para conocer mi estado de documentación

Yo no me lo pensé. Ellos tampoco, ja ja ja… Al día siguiente tenía un billete de avión en business en el nuevo Airbus 380 y una reserva de seis días en el Hotel Intercontinental de Montreal. De esa semana en Montreal, además de mucho frio, con una media de casi -12ºC, salieron dos publicaciones en revistas científicas americanas y una presentación en el MIT de Boston y aún queda una tercera publicación.

MIT Boston

¿Qué tiene que ver esto con la distancia? Aparte de que estaba a 5.537 kms. de mi casa en una semana de vacaciones, de los profesores e investigadores Radja Khali, Bernard Sinclair, Jean Francois Plante y David Pastoriza me traje una idea muy clara sobre cualquier aseveración. Lo que no es medible, comprobable y demostrable estadísticamente, es una suposición, verdadera o no, pero una simple suposición. Además de dos cenas maravillosas con Sam Bock, el entrenador del equipo de Bobseligh de Canadá y posteriormente Jamaica, sí Jamaica (aquella película “Cool running” retrató el momento en Calgary 1988 y Lillehammer 1992) y con Remi Duquette, patinador de velocidad Olímpico de Canadá.

Jamaica

Aprendí a valorar el trabajo de investigación y de comparación. Aquella frase que me repetía Don Balbino, mi profesor de Lengua y Literatura, cuando hablábamos de Mark Twain »El hombre no tiene problemas con lo que desconoce. Los tiene con aquello que sabe que es cierto y luego se demuestra que no lo es». 

Hoy me propongo hablar sobe el mito de la distancia. Bufff. Lidiar con fuego. El Dorado del jugador aficionado. La realidad del profesional de élite. Son dos realidades totalmente diferentes, como veremos más adelante. 

El caso de Freddie Tait

Frederick Guthrie Tait (1870-1900). Doble ganador del US Amateur y gran pegador, mantiene dos records curiosos. En 1893 en Old Course, consiguió hacer 250 yardas de vuelo, con una distancia de 341 yardas en total. Tengamos en cuenta que en aquella época se jugaba con los palos de hickory y con la bola “Gutta Percha”.

Freddie Tait

En 1898, el año en el que se patentó la Haskell Ball’, consiguió la hazaña de cubrir en 32 golpes desde tee, la distancia que separaba las casas club de Royal St. Georges (sede el Open 2020 si se juega) y de Royal Cinque Ports. Esto significa una media de mas de 160 yardas por golpe, teniendo en cuenta los obstáculos, árboles y demás, que se iba encontrando en el camino, y que le impedía pegar el driver, la brassie, la spoon o la buffy, como se denominaban las antiguas maderas.

Palos Antiguos

Por cierto, este reto se estableció en menos de 40 golpes (le sobraron ocho) y la disputa era entre dos pretendientes al amor de una joven… Sin duda, daba un poco más de adrenalina…. 

El caso de Jack Nicklaus 

Probablemente unos de los dos mejores jugadores de la historia. Hay que tener en cuenta que Nicklaus jugó su mejor golf entre 1960 y 1986. De hecho, en este último año, estableció el récord del jugador de más edad en ganar un Masters, en detrimento del tercero de Seve Ballesteros, que le acechaba junto a Tom Kite.

Seve_Jack

Según www.golftips.golfweek.com Nicklaus “conseguía distancias de 300 yardas regularmente”. Por cierto, si alguien quiere comprobarlo, puede visualizar en youtube los highlights de los segundos nueve de la cuarta vuelta “Jack Nicklaus 1986 final Round Back 9 lowlights”. Aparte de ser una maravilla, escucharán al comentarista USA decir que tenía 200 yardas (184 metros) de segundo golpe en el 15 que en aquella edición se jugó sobre 500 yardas, y en esa cuarta jornada que pude ver en TV, se jugó sin viento importante. Es decir, 300 yardas desde el tee de salida.

En el hoyo 18 podemos ver cómo pega el driver de persimmon (madera de roble de Kentucky de 250/300 cc.) y a una bola McGregor Tourney Balata (aún no se había cambiado la bola, como explicaremos más adelante). 

Con estos datos, Nicklaus estaría posicionado en el puesto 78ª del PGA Tour 2020. O sea, que le ganaría a 153 de los mejores 231 jugadores del mundo. Curioso. Primer anacronismo. No lo entiendo. Pensaba que los palos modernos pegaban muuuucho más. 

El caso de John Daly 

Muchos de los que están leyendo no le han visto jugar a su máximo nivel. John Patrick Daly fue sin duda alguna el primer gran pegador de la Era Moderna una vez desapareció Jack Nicklaus. Nació en Carmichael, CA en 1966. En 1991 era reserva en el PGA Championship que se celebraba en Crooked Stick, IN. Y por mor del destino, le tocó entrar a jugar el martes por la noche. Tenía que recorrer 2.170 millas, 3.671 kms en día y medio. Llegó, jugó sin conocer el campo, vio y venció. Fue una demostración de poderío, de distancia. En su año rookie en el PGATour ganaba el PGA Championship.

John Daly

John Daly lideró la estadística de distancia desde 1991 hasta 2002 inclusive, y fue el primer jugador en el PGA Tour que rompió la barrera de las 300 yardas de media en una temporada en 2001 con 306,7 Yardas. Curiosamente Danny Lee ostenta esa media esta temporada, siendo trigésimo quinto. Curioso. Sigo sin entenderlo.

Por cierto, si os gustaría conocer algo sobre Daly, hay dos libros muy interesantes My life in and out from the rough y The killer swing. Sólo publicados en inglés. El primero es brutal. Basta una anécdota. Jugando el Sunshine Tour a principios de los 90 dejó a su caddie como garantía de pago en el hotel porque no tenía dinero para pagar la habitación y la televisión que había roto de un puñetazo. Cogió un caddie local, ganó el torneo, pago la habitación y la tele y se marcharon. Único.

También curiosamente, John Daly ostentó su mejor media de distancia en 2003, con 314,3 Yardas, lo que supondría estar en el puesto décimo en esta temporada…. Y sólo fue segundo. ¿Cómo? Un momento, ¿así que un jugador hace 17 años pegaba lo mismo que el décimo de la temporada de 2020? ¿Pero los palos modernos y los drivers modernos no pegaban más largo? Vaya…. Otro anacronismo.

Por cierto, Daly hizo su segunda mejor media en 2007 (312,9) y desapareció de los rankings en 2012 (306,7), al perder la tarjeta del Tour. Ahora juega en el PGA Tour Champions.

El caso de Hank Kuehne

Hank Kuehne fue un visto y no visto. Irrumpió en el PGA Tour en 2003 y desapareció en 2006.

Hank Kuehne

Destronó a John Daly con unas “modestas” 321,4 yardas de media en 2003, algo que le habría colocado ni más ni menos que 0,1 yardas mejor que Bryson Dechambeau (321,3 yardas) que es líder en esta temporada 2020. Luego hablaremos del caso Dechambeau. Pero vamos a ver, o sea que un jugador de 2003 pegaba más largo que uno de 2020. ¿Y los 17 años de evolución de los palos? ¿Dónde están?

La vida de Hank Kuehne, cuya hermana Kelly Kuehne era íntima amiga de Tiger Woods, pasará mas a la historia por haber obligado al PGA Tour a ampliar la distancia del 20% de los campos de prácticas del Tour y por haber tenido una relación sentimental con Venus Williams, más que por sus logros en golf. Su prodigiosa distancia le sirvió solo para ganar cuatro torneos, ninguno de la Primera División.

El caso de Ben Curtis

Y Ud. dirán, para qué incluyo aquí a un jugador en este artículo de distancia cuando su mejor dato es de 2008 y son unas “modestas” 284,7 yardas, unos 260 metros. Estas sí son “modestas”, no las de Kuehne. Esta distancia le colocaba en el puesto 121º de 197 jugadores al finalizar la temporada. ¿Por qué?

Ben Curtis

Ben Curtis irrumpió en 2003 y ganó en su año rookie y en su primera participación en un Grande el Open Championship 2003 en Royal St. Georges. Vaya, ciento diez años después de Tait volvía a aparecer el famoso links del sureste de Inglaterra. Con esa victoria igualaba, noventa años después, la gesta del aficionado Francis Ouimet, que ganó el US Open 1913 en The Country Club en Brookline, MA. En su primera participación en un Grande.

Francis Ouimet

Hoy en día todo el mundo le ha olvidado. Yo no. Narré sus cinco victorias en el Tour. Hoy está retirado y mantiene su Escuela en Ohio, su estado natal. Ben Curtis le hizo un flaco favor, sin desearlo, al golf aficionado europeo, ganando ese Open. Luego lo explicaremos.

Pero vayamos a tiempos más modernos. Vayamos al presente, al año 2020.

El caso de Rory McIlroy

El genial golfista irlandés, actual No. 1 del Mundo, y que lo seguirá siendo hasta que se reinicie el golf tras la Pandemia, ha pasado por un periodo de cambios en los últimos años. No voy a hablar de sus problemas en los greenes. ¿Qué pasó con su distancia?

Rory McIllroy

Según Keith Sbarbaro, (www.golfmonthly.co.uk/features/the-game/rory-mcilroy-launch-monitor-data-revealed-159905) de Taylor Made, cuando Rory tras abandonar Nike Golf el segmento de material “duro”, llega a Taylor Made, estaba jugando un M2 con 7,0 grados (ya hablaremos en otro artículo sobre grados del driver).

Su desviación cuando no pegaba en el “sweet spot” (centro geométrico) de la cara, era importante. Tras probar, encontraron que un M2 8,5 grados le reducía la desviación en impactos hasta 9mm del centro de la cara, y que el M3 le funcionaba mejor que el M4.

Curiosamente este artículo de 2018 se escribió cuando Rory promediaba 319,7 yardas.

Distancia

Actualmente, Rory juega el driver Taylor Made SIM, igual que Sergio García. Uno podría pensar que esto explicaría el incremento de 6,7 yardas de media con respecto a 2019, pero NO es cierto.

Y por qué. Si miramos en su ficha en el PGA Tour, vemos que Rory ha jugado:

Distancia

He aquí el dato que destroza la media. La altitud de Méjico supone que habría que operar una reducción de casi un 15% de distancia, lo que supondría unas 40 yardas menos, por lo que la media real en el torneo hubiera sido de 310 yardas.

Así que el Taylor Made SIM NO está aportándole más distancia a Rory. Shotlink no lo corrobora. Uno puede pensar, suponer, pero No es así.

El caso de Sergio García

Sergio es un caso similar. Sin contrato de palos fijo, pero jugando el Taylor Made SIM.

Sus datos históricos nos indican que su media en el PGA Tour pocas veces subió de 300 yardas. De hecho su mejor año fue 2005 con 303,5 yardas. Un momento. ¿2005? O sea, hace quince años. Vaya.

Sergio Garcia

Este año 2020 ostenta 316,6 yardas. Parece un gran incremento, pero esta idea se viene abajo como castillo de naipes igual que en el caso de Rory.

Sergio ha jugado

Distancia

De nuevo, reduciendo entre un 10 y un 15% por la altitud de Chapultepec, nos dan las aproximadamente 300 yardas.

Es decir, ni Sergio ni Rory ganan distancia con el driver de última generación.

El caso Bryson Dechambeau

Es un jugador único. El “Científico Loco”. Irrumpió con fuerza en el PGA Tour en 2015. Se ha hecho un hueco. Innovador, diferente, lento como una tortuga, divergente en suma. Sus estadísticas de distancia son variadas:

Distancia

Parece claro que el dato de 2020 está viciado por México Championship como veíamos antes. Pero es sintomático que justo cuatro meses después de empezar un régimen nutricional y de ejercicio físico, Dechambeau lidere la estadística de distancia.

Bryson DeChambeau

El caso de la estadística de “Longest drive”

Este dato que nos ofrece Shotlink nos da los drives más largos medidos en cualquier torneo del PGA Tour.

Si miramos los datos históricos, entresacando los años, vemos cosas muy interesantes en referencia al drive más largo y los drives por encima de las 400 yardas:

Distancia

La mayor parte de estos drives logrados en Kapalua (Hawaii) el primer torneo del año, el Torneo de los Campeones. Salvo el del semidesconocido Michael Block, en 2018, logrado en el »infame» US Open de Shinnecock Hills, con un campo como una pista de aviación.

Y así podría estar días y días contando casos, pero los editores me echarían de colaborador. Y me quedan muchas cosas por contar.

¿Intentamos explicar por qué? ¿Damos respuesta a nuestros casos planteados?

1. ¿Por qué Mr. Tait pegaba tan largo? Podríamos decir porque era “una bestia parda”. A pesar de los palos y las bolas de antaño, movía el palo con una velocidad increíble, y acertaba con la bola.

2. ¿Por que Jack Nicklaus pegaba tan largo? Por la consistencia en su swing. Por su gran juego de piernas, que hoy en día es la clave de la potencia, la disociación entre el tronco y las extremidades y la cadena cinemática. No existía TPI, pero Jack Grout consiguió un alto rendimiento en su pupilo.

3. ¿Por qué John Daly? Porque unía dos factores importantes. El mayor “overswing” del golf moderno con un gran juego de piernas. Producía un swing muy largo en poco tiempo y, si no me equivoco, la fórmula de la velocidad es espacio/tiempo. Swing más largo en poco tiempo da más velocidad, más distancia, siempre que el impacto sea bueno. “Pégala, búscala y vuelve a pegarla” era su lema.

4. ¿Por qué Hank Kuehne? Porque irrumpió en el momento adecuado. A finales de los 90 Titleist empieza a experimentar con la nueva bola Pro V1. En 2000 se empieza a testar en el Tour tras el Tour Championship. Curiosamente, Billy Andrade que estaba más allá del puesto 150 en ganancias, vence en Las Vegas y renueva la tarjeta. De los 47 jugadores que la usaron esa semana, 7 quedaron en el top 10. Sintomático. La nueva bola, con cubierta de uretano elastomérico en vez de balata, y con celdillas rediseñadas, penetraba mejor por aerodinámica.

La nueva bola que se »orientaba con la costura» para mejorar el rendimiento, hizo que el líder de distancia pasara de 306,8 a 321,4 yardas en un año, un incremento parecido a los 20 años anteriores.

5. ¿Por qué Ben Curtis? Porque fue la gota que colmó el vaso de la USGA/R&A en el campo profesional. Ganó el Open 2003 con un palo prohibido en USA pero permitido en Europa, en la que todavía no se habían prohibido los palos de coeficiente de restitución (aquel famosos COR) superiores a 0,83. No fue el máximo pegador, pero su caso prohibió el driver en Europa, reduciendo la distancia del aficionado y obligando a muchos a rascarse el bolsillo y comprar otro driver. Luego hablaremos de los aficionados en detalle.

6. El caso de Rory y Sergio nos demuestra que la tecnología en palos está, gracias a Dios, llegando a un punto donde no habrá más incrementos significativos de distancia. En los últimos años hemos visto cómo los jugadores han trabajado en la línea del ejercicio físico, la nutrición y la psicología. Tiger Woods fue el primero a partir de 1998. Y les puso a todos en marcha. Por eso la media de distancia se ha incrementado notablemente. En 20 años el jugador 100º del Tour ha pasado de 273,1 a 296,6 yardas.

7. ¿Por qué Dechambeau? Con su forma de hacer el swing, con los palos con la misma configuración de lie de varilla (hierros maderas y wedges por separado), necesitaba mejorar su parte física si quería competir al más alto nivel. El “Científico Loco” usando Shotlink se dio cuenta que lo único que podía hacer es ejercicio físico y nutrición para hacer más distancia. Veremos al final de temporada, cuando la influencia de Moctezuma no sea tan alta, cómo queda todo.

8. ¿Por qué longest drive? En el apartado citado veíamos los drives más largos del año y cuántos jugadores pasaron de 400 yardas. La mayoría de ellos, casi un 50% se lograron en Kapalua, en las calles de los hoyos 6-7-12-17-18. Curiosamente, este año, Cameron Champ lideró con una media de 297,0 yardas y Dustin Johnson, que casi hizo hoyo en 1 en el 12 (417 yardas) en 2017, promedió solo 279,5 yardas. ¿Por qué? Porque llovió. Terreno pesado significa menos distancia. Ahora hablaremos de ello.

9. Me queda hablar de la influencia en los aficionados. Mirad, uno puede pensar lo que crea oportuno. Yo no voy a decir lo que debe pensar. Pero sí voy a daros los datos reales, cuantificados y comparados.

www.golfsciencelab.com es probablemente una de las fuentes de información menos utilizadas. En su reciente podcast sobre Covid 19, gratuito, entrevista a Sal Syed, CEO de ARCCOS GOLF, probablemente la mejor APP de Golf que existe. Con más de 300,000 jugadores en 196 países, ha monitorizado 200.000.000 de golpes desde 2017. Registra todos los golpes, desde cualquier lugar, calle, rough, bunker, green, qué palo se ha utilizado, etc…. Este registro de golpes es similar a lo que Shotlink haría en el PGA Tour en ¡¡¡16 años!!!, pero ARCCOS lo hace en uno, debido al volumen de jugadores y golpes.

– son jugadores que, como mínimo completan 50 vueltas al año y practican 50 bolas por semana

– los datos se monitorizan contando con todos los conceptos: altitud, humedad, terreno duro o blando, viento, sol, etc…

– en el primer año llegaron a bajar algunos 4,5 golpes de hcp

– a partir de ahí y en estos cuatro años, la media es de -1 golpe

– en concepto de distancias sus mediciones son las siguientes, repito para 300.000 jugadores entre 2017 Y 2019, en yardas

hcp 0-5:  244;  244;  242

hcp 21-25:  201,3;   201,6;  201,9

– esta ganancia de 0,6 yardas en tres años no ha tenido ninguna influencia en el resultado medio de los jugadores. En un primer momento el hcp mejoró simplemente por conocer mejor el juego y gestionar las distintas situaciones en el campo.

USGA y R&A están legislando por los profesionales. ARCCOS GOLF establece que la separación en distancia entre el Pro y aficionado de 0-5 es cada vez mayor con respecto al aficionado medio. Esto se observa en el reciente estudio de ambas entidades publicado el 4 de febrero. Le dedican sólo 4 líneas al material y sin embargo citan las causas de mejora física, mejora de nutrición, mejora tecnológica (simuladores), mejora de los entrenadores (mejor formados con más datos) como causas personales y mantenimiento de los campos como incremento de la distancia.

Conclusiones

El PGA Tour cuenta con más datos que el European Tour. Por esto me he basado en los USA.

La irrupción de Tiger Woods y su increíble año 1999 – 2000 hizo que todos los jugadores se pusieran las pilas, y los competidores de NIKE también.

TPI (Titleist Performance Institute) tiene mucha culpa de la mejora física de los jugadores. Sus rutinas entrenamiento, su trabajo diario, les hace más fuertes, mas flexibles, mejor sincronizados y por lo tanto más repetitivos.

La distancia no es privativa de un palo u otro. El mayor porcentaje se debe a la velocidad de swing. En un profesional buscamos esta porque con su porcentaje de buenos impactos, mayor velocidad de swing implica mayor velocidad de bola, y en principio más distancia. Los simuladores nos permiten eso, simular los mejores conceptos de trayectoria, altura, efecto, etc… para maximizarla.

Según ARCCO GOLF, es posible que un palo tal funcione de maravilla con un robot, pero luego puesto en manos de un “bogey golfer” puede que no. Testar en fitting las diferentes situaciones es vital. Para esto Foresight nos permite simular las mismas.

Las principales diferencias entre estadísticas de distancias aparecen cuando comparamos datos de radar o simulador con datos en campo por Shotlink. En el PGA Tour no se mide el carry o distancia de vuelo, sino distancia total. Esto hace que las condiciones del terreno influyan en los datos. Los Circuitos buscan cada vez más terrenos duros y rápidos tipo US Open, lo cual hace que se consiga más distancia y distorsiona las estadísticas, haciendo que parezca que los jugadores pegan más de lo que pegan. La preparación de los campos en la era Nicklaus/Seve no tiene nada que ver con la de hoy. Esto sucede también en el campo aficionado. Las expectativas no se cumplen.

Para terminar, ARCCO GOLF ha demostrado que el jugador medio USA ha ganado 0,6 yardas en distancia, pero empeorado en proximidad al hoyo en distancias entre 50 y 100 yardas. Supongo os suena. Aquí es donde está el score.

Espero os haya interesado.

Prometo seguir escribiendo en este encierro.

Por cierto, mucho ánimo y paciencia y no salgáis de casa.

Un abrazo a todos

www.alvarobeamontegolf.es

IG: @alvarobeamontegolf

 

 

 

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2 comentarios en «Álvaro Beamonte desvela el segundo mito: La Distancia»

  1. Alvaro, me ha encantado su artículo. Basado en datos y en comparaciones. Lo que no se puede medir o demostrar es una suposición. Genial
    Le seguiré con interés
    Un saludo

Los comentarios están cerrados.

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