Jon Rahm necesitaba dar un golpe sobre la mesa en la tercera jornada del PGA Championship y lo ha dado, con fuerza y contundencia. Este domingo, tendrá sus opciones de hacer historia, si bien el número uno del mundo uno del mundo quiere impedirlo.
Gracias a su 4-bajo 67, Rahm está empatado en el quinto puesto con 6 bajo par. Es su mejor posición después de cualquier ronda de un major desde que se unió a LIV Golf antes de la temporada 2024.
«Es difícil expresar lo hambriento que puedo estar por un Major», dijo el capitán de la Legión XIII. «Casi tan hambriento como cualquiera puede estar en esta situación. Muy feliz de estar en posición de nuevo».
Rahm no tiene influencia lo que puedan hacer sus rivales, pero sin duda puede poner las cosas interesantes aprovechando su actuación del sábado, que incluyó siete birdies, incluidos tres seguidos en los últimos nueve hoyos. El 67 es su resultado más bajo en sus últimas 18 rondas en majors, remontándose al 63 que hizo en la tercera ronda del Open de 2023. Abrió esta semana con un par de 1-bajo 70.
«Muy contento con el estado de mi juego», dijo el capitán de la Legión XIII y actual Campeón Individual del LIV Golf. «Creo que hoy ha sido la ronda de la que sabía que era capaz. Esas dos primeras rondas me sentí muy confiado, y simplemente hice todo un poco mejor.»
UN GOLPE Y UN ABRAZO: El hierro 6 de Jon Rahm en el hoyo 11 estaba a la izquierda de su objetivo, pero terminó en el lado derecho después de que golpeara la cabeza de un espectador y rebotara a todo lo ancho del green. «Hacía tiempo que no veía una bola rebotar así», dijo Rahm.
El aficionado no sólo salió ileso, sino que se emocionó al conocer a Rahm, que le recompensó con un guante firmado. Los dos se abrazaron y ambos sonrieron.
«A veces, cuando eso ocurre y no están heridos, se emocionan mucho porque saben que vamos a ir allí y a tener una conversación de cinco minutos», dijo Rahm. «Se lo tomó muy bien. Se lo tomó muy bien».
Sus grandes rivales en esta pelea son muchos y muy buenos; ahí está, principalmente, Scottie Scheffler (-11), que con 65 golpes ha dado un paso de gigante. Alex Noren (-8) o J.T. Poston (-7) también quieren lo suyo. Difícil, sí, claro, pero no imposible.
Otra guerra es la de David Puig (-2) y un desafortunado Sergio García (+9), que ha vivido una jornada dura en Quail Hollow en forma de carta de 79 gollpes. Cabe recordar que Eugenio López-Chacarra (+4) se despidió del torneo el viernes al no superar el corte.