Tommy Fleetwood puso fin a un verano de desamor con el premio más importante del PGA TOUR. Ganó el TOUR Championship el domingo para conseguir su primer título en el tour y llevarse la FedExCup y su recompensa de 10 millones de dólares.
Fleetwood recibió mucha ayuda al principio cuando Patrick Cantlay comenzó con un bogey-doble bogey y nunca pudo recuperarse. Scottie Scheffler envió su primer golpe de salida fuera de límites y aún así fue una amenaza hasta que un golpe de salida al agua terminó con sus esperanzas en el hoyo 15.
A pesar de todo, Fleetwood mantuvo la calma. Terminó con un 68 bajo par para una victoria de tres golpes sobre Cantlay (71) y Russell Henley (69).
«He sido ganador del PGA TOUR durante mucho tiempo, siempre ha estado en mi mente,» dijo Fleetwood. «Muchos finales ajustados, pero siempre he disfrutado del desafío.»
Su primera victoria en el PGA TOUR llegó con dos trofeos: la FedExCup y el putter réplica «Calamity Jane» por el TOUR Championship.
El capitán de la Ryder Cup Keegan Bradley estuvo a un golpe del líder en los primeros nueve hoyos, pero terminó con un 70 empatando en el séptimo lugar. Ahora tiene que decidir si usar una de sus seis selecciones del capitán para sí mismo. Anuncia sus selecciones el miércoles.
Pero este día, este momento, pertenecía a Fleetwood, enormemente popular en todo el mundo por afrontar tantos momentos críticos con una perspectiva refrescante y alegría por aquellos que lo vencieron.
Un ganador en ocho ocasiones alrededor del mundo, no ajeno a los grandes escenarios de la Ryder Cup o su medalla de plata en los Juegos Olímpicos el verano pasado, Fleetwood fue constantemente recordado por su fracaso en ganar en el circuito más fuerte del golf.
Vio cómo una ventaja de un golpe se convirtió en una derrota de un golpe en el Travelers Championship cuando hizo tres putts desde el frente del green y Bradley hizo birdie. Fleetwood dejó escapar una ventaja de dos golpes con tres hoyos por jugar en el FedEx St. Jude Championship para comenzar la postseason.
A pesar de todo el dolor, nunca perdió la esperanza.
«Mañana podría ser mi momento, podría no serlo,» dijo el sábado por la noche antes de su tercer intento en la ronda final sin nadie delante de él. «Pero aún así me lo pasaré genial haciéndolo.»
Se lo pasó genial en East Lake, miles de aficionados rodeando el green de un inglés de 34 años, todos ellos gritando: «¡Tommy! ¡Tommy! ¡Tommy!»
Fleetwood se quitó la gorra, miró al cielo nublado y dejó que sus largas melenas fluyeran mientras soltaba un grito.
«Esto no ha sido lo más cómodo que he estado,» dijo Fleetwood con una sonrisa. «Siento que he tenido una gran actitud a lo largo de todo esto. … Estoy tan feliz de haberlo logrado.»
