12 de octubre de 2024

De Blanco

De Blanco

Como un ángel que se cae de los cielos y regresa a su lugar envuelto en un manto de blanco cegador y triunfal por haber sabido recuperar su lugar a través de la senda del trabajo. Con este inicio tan «evangélico» inicio mis colaboraciones aquí…y para celebrar que un español gana en Valderrama y para certificar la vuelta a los cielos de Sergio García.

Lo vivido en este Andalucía Masters es para conseguir una copia en DVD. Pocas veces un aficionado al golf ha podido pasárselo tan bien ante el televisor. Desde el primer día, uno intuía que iba a pasar algo bonito. Ya fueran los protagonistas españoles o no. Sin embargo, y afortunadamente, lo fueron. Sergio García y Miguel Ángel Jiménez. Gracias a los dos. De verdad. Ha sido un privilegio ver el combate. Ha sido tremendo.

Ganó en Valderrama y en su tierra; recuperó «eso» que hacía soñar a los fans y temblar a los rivales. Olvidó «aquello» que despertaba hasta lástima cuando le veías jugar durante los últimos años. Sergio García vuelve a ser Sergio García. Una modificación radical. Una versión 2.0. Más reposada. Más cuidada y madura. Un vendaval sujetado. Una vuelta a los cielos. Y ahora toca andar en vez de correr porque somos muy dados a acelerar los pasos (digo la prensa y los fans). Estas victorias han llegado cuando nadie las esperaba. Ahora no hay que enloquecer, hay que dejar hacer. Si pasa algo más gordo, bienvenido sea pero no lo forcemos. En el arte del toreo, para sacarle al toro mejores pases, hay que dejarle aire. Pues nosotros tenemos que dejarle aire a Sergio. Ha ganado. Ha vuelto. Perfecto pero no metamos presión. Ya es mayorcito para saber de qué va la película. A nosotros nos queda paladear estos momentos. Bienvenido, Sergio.

Para cerrar, toca «momento interflora» dedicado a Miguel Ángel Jiménez. Bueno, a él y a toda esa estirpe de golfistas que les pilló el avance tecnológico de los palos y la preparación física algo tarde. Esos hombres, maduritos pero interesantes, como Darren Clarke. Son una raza de golfistas que se las saben todas, que lucen un vientre ovalado, que se aprovechan de la tecnología pero no se dejan dominar por ella. Los nervios los perdieron hace ya mucho tiempo. Están de vuelta. Ganan y/o dan guerra. Quítense el sombrero al verles pasar. Señor Miguel Ángel Jiménez, gracias de verdad.

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