8 de mayo de 2025

La exitosa cadena de formación, de la cantera a los Circuitos Profesionales

  • El II evento de la Copa Comunicación y Empresas pone en valor la estructura deportiva de este deporte

La compacta cadena de formación que caracteriza al golf español, con eslabones claramente definidos que incluye desde los padres al Programa Pro Spain Team, es el firme entramado establecido que permite distinguir a este deporte como uno de los mejores del mundo.

Esa es la conclusión del II evento de la Copa Comunicación y Empresas, que ha abordado el trabajo de formación de la inagotable cantera española, protagonista sólo esta temporada, en apenas cuatro meses, de diez triunfos en circuitos profesionales y nueve victorias de prestigio en el ámbito amateur, con mención especial para el Augusta National Women Amateur conseguido por Carla Bernat.

La buena salud del golf español ha sido puesta en valor gracias a la cadena de formación establecida (padres, clubes, profesores, FFAA, RFEG, Grupos de Trabajo, Escuela Nacional, Pro Spain Team) que tiene su reflejo con una exitosa cantera que desemboca en una más que notable participación en los Circuitos Profesionales. 

Todos los eslabones de esa cadena han tenido su cuota de reconocimiento en una interesante mesa redonda celebrada en las instalaciones del Centro Nacional de Golf, sede precisamente de la Escuela Nacional y de los Equipos Nacionales de donde ha salido tantos buenos talentos.

La cadena, claro está, nace en la familia, en los padres, los habituales ‘culpables’ de que un niño se acerque a un deporte. Álvaro Revuelta, padre de Andrea –número 5 del Ranking Mundial Amateur Femenino–, Ángela, Amanda y Álvaro, todos ellos golfistas, asegura que todo nace de la importancia que los padres le puedan dar a la práctica del deporte. “Había que elegir un deporte y yo, que era un medio loco del golf, hizo que la elección inicial fue sencilla”, explica. 

“Queríamos que los niños hiciesen un deporte al aire libre y que les ayudase a gestionar frustraciones y egos. Esa era la pretensión. Lo que pasa es que a medida que te vas metiendo y vas renunciando a tu ocio, porque esa es otra, hay que decir claramente que hay renunciar a muchas otras cosas, ellos van mejorando. Es un aprendizaje continuo para todos, y luego llegarán a donde tengan que llegar”, cuenta Álvaro Revuelta, para el que es fundamental no ponerse grandes metas de principio.

“Hay que ir paso a paso, con metas alcanzables, y de ahí la vida te lleva a un sitio u otro”, argumenta.

La cadena continúa en los clubes, cuyo encomiable trabajo quedó expuesto en el primer evento de la Copa Comunicación hace apenas un mes, y posteriormente, con la tarea de captación de talento de las Federaciones. Ahí entran las Autonómicas. Freddy Lilly, responsable del Programa CETEMA en la Real Federación de Golf de Madrid, semillero de muchos grandes golfistas, conoce a la perfección cómo debe ser este trabajo.

“A nosotros nos llegan los jugadores con 15 o 16 años, después de haber hablado con los padres y los técnicos de sus clubes. A veces quieren ir muy rápidos, ser profesionales, y hay que pararles los pies. Despacito y buena letra”, insistió Freddy Lilly. 

“Nuestro programa consiste en ayudar a los chicos y chicas a desarrollarse como deportistas y a compaginar esta actividad con la académica. Intentamos que salgan hechos para ir a las universidades, que se valgan por sí mismos a todos los niveles. Es importante que mantengan el nivel académico y sean ordenados. Si no tienen orden, normalmente acabarán yendo a regular en los estudios y también en el golf. Ordenarles es parte de la formación”, señala. 

Salva Luna: “No hay que cortar el cordón umbilical del jugador”

Siguiente parada, los Grupos de Trabajo de los Comités de la RFEG, donde los chicos y chicas se encuentran con otros jóvenes jugadores procedentes de otros puntos de España que también están despuntando. Salva Luna, como responsable técnico de la Escuela Nacional y Entrenador de los Equipos Nacionales, asume que “soy afortunado por coger chicos ya enseñados en sus familias, clubes y Territoriales. El cordón umbilical de un jugador es su técnico, su club, y eso nunca lo cortamos en los Equipos Nacionales. Por eso, necesitamos tener buena comunicación con sus técnicos de origen. De lo contrario, el perjudicado sería el jugador”, cuenta.

Asimismo, Salva Luna expuso la evolución que se ha ido produciendo en la formación en España. “Empecé mi vida en la RFEG con gente como Sergio (García) o (José Manuel) Lara, chicos que adoraban el golf y que daban prioridad a la vida deportiva sobre la académica. Antes eran así las cosas, pero ahora se le da importancia a todos los ámbitos. La enseñanza ha cambiado mucho en España, hay un nivel increíble, con gente especializada en cada cosa”, dijo.

La cúspide de esta cadena, lo que ansían todos, es el profesionalismo. Seguir el camino de un Jon Rahm, que pasó de su club a los equipos de la Federación Vasca, luego a la Escuela Nacional Blume, a los Equipos Nacionales y a Arizona State antes de dar el gran salto 

Uno de los privilegiados que lo ha conseguido es Alejandro del Rey, profesional con victorias en el DP World Tour y en el Challenge Tour. Su padre, Alejandro, relató el camino de su hijo hasta llegar a este momento de plenitud deportiva. 

“Yo jugaba al fútbol, ni siquiera hacía golf. Cuando conocimos el golf decidimos que el niño se formase con los valores de este deporte: humildad, saberse comportar en el campo… lo tuvimos muy claro. Mi hijo ha ido subiendo escalón a escalón y ha ido cogiendo cuerpo en cada escalón. Mi papel era el de taxista, porque me ponía muy nervioso. Me preocupaba de que hubiese comido y hubiese salido contento del campo, nada más. Posteriormente sólo le pedimos que terminase sus estudios universitarios antes de acceder al profesionalismo”, cuenta Alejandro del Rey padre.

Mar Ruiz de la Torre: “Un Comité tiene que poner orden en el caos” 

El broche final al turno de exposiciones corrió a cargo de Mar Ruiz de la Torre, vicepresidenta de la RFEG y presidenta del Comité Femenino durante muchos años. Bajo su dirección, Carlota Ciganda, Azahara Muñoz, Nuria Iturrioz o, más recientemente, Julia López o Carla Bernat han sumado importantes títulos continentales para el golf español. Sabe, pues, cómo es el trabajo de cantera. 

“Hay familias, clubes, Territoriales, técnicos,… a veces puede ser un caos, y ese caos lo tiene que organizar un Comité para sacar siempre lo mejor. Cuando llega un golfista tienes que intentar convencerle a él y a sus padres de lo que es lo mejor para ellos, pero siempre son ellos los que tienen que tomar sus propias decisiones. A veces salen talentos tan grandes como Alejandro del Rey, a los que sólo hay que darles la mano y acompañarles. Tenemos la suerte de que recogemos lo mejor de aquello que ha sido previamente filtrado por muchos otros”, apunta.

Como en cada evento, la mesa redonda derivó en un productivo debate ante la prensa especializada y otros agentes del sector en el que se abordaron temas como la forma de gestionar el ego en la etapa de formación, las renuncias sociales del jugador en ese periodo o la importancia de construir al jugador desde la misma base, desde los valores inculcados en la familia. 

Para cerrar la sesión, un consejo a cargo de Salva Luna aplaudido por todos los asistentes: “Recordad que hay una vida con golf y otra vida sin golf. Por favor, elegid para los vuestros la vida con golf, ¡es mucho mejor!”.

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