José María Olazábal salía a jugar una vuelta de prácticas en el Emirates Golf Club de Dubai con Jordi García Pinto y Javier Ballesteros, el hijo mayor de Severiano, que se acaba de hacer profesional de golf y que está invitado por la organización para jugar el Dubai Desert Classic.
José María Olazábal es, desde hace tiempo, el gran capitán, y no sólo en lo que respecta a la hazaña en la Ryder de Medinah 2012, sino también en lo que toca a toda la Armada española. Siempre está ahí para echar una mano a un compañero si lo necesita. Un consejo técnico o incluso de intendencia.
El jugador vasco lleva unas semanas trabajando muy duro sobre aquello en lo que Butch Harmon puso más hincapié cuando se vieron por última vez a finales del pasado año y que se podría resumir, para no entrar en tecnicismos, en la intención de realizar un swing con un poco más de ritmo.
Una tarea nada sencilla para alguien como Javier Ballesteros, Chema, que siempre ha sido un látigo con un palo en la mano. Pues bien, en el hoyo 5 del Emirates, Javier se acercaba a Chema y, con la naturalidad que lo caracteriza, le dijo algo acerca de ese nuevo swing… El asunto terminó con el gran capitán abrazando al joven jugador y riéndose.
En este video os dejamos la anécdota.
José María Olazábal ha salido a jugar hoy una vuelta de prácticas en el Emirates Golf Club de Dubai con Jordi García Pinto y Javier Ballesteros, el hijo mayor de Severiano, que se acaba de hacer profesional de golf y que está invitado por la organización para jugar el Dubai Desert Classic que comienza este jueves.
Olazábal es desde hace tiempo el gran capitán, y no sólo en lo que respecta a la hazaña en la Ryder de Medinah 2012, sino también en lo que toca a toda la Armada española. Siempre está ahí para echar una mano a un compañero si lo necesita. Un consejo técnico o incluso de intendencia. A las ocho de la mañana ya estaban en el tee del hoyo 1.
El jugador vasco lleva unas semanas trabajando muy duro sobre aquello en lo que Butch Harmon puso más hincapié cuando se vieron por última vez a finales del pasado año y que se podría resumir, para no entrar en tecnicismos, en la intención de realizar un swing con un poco más de ritmo.
Una tarea nada sencilla para alguien como Chema, que siempre ha sido un látigo con un palo en la mano. Pues bien, en el hoyo 5 del Emirates, Javier se acercaba a Chema y, con la naturalidad que lo caracteriza, le dijo algo acerca de ese nuevo swing… El asunto terminó con el gran capitán abrazando al joven jugador y riéndo
