Con Gonzalo Fernández-Castaño como anfitrión y organizador, el Open de Madrid tomaba un nuevo rumbo, una nueva dimensión, pues el jugador madrileño ya era por aquel entonces un golfista consagrado en el Circuito Europeo, pues había ganado ya cuatro torneos, el último apenas dos semanas antes de este Madrid Masters.
El Club de Campo Villa de Madrid volvía al calendario del European Tour tras un parón de tres años, el torneo contaba con la presencia de la Armada Española prácticamente al completo y algunos jugadores de talla mundial como el alemán Martin Kaymer, el argentino Ángel Cabrera, o el que terminaría llevándose el triunfo, el sudafricano Charl Schwartzel, que unos años más tarde terminaría llevándose el Masters de Augusta.
La relación de amor entre Schwartzel y la ciudad de Madrid había comenzado el año anterior, cuando se impuso en el Open de España 2007, que se celebró en el Centro Nacional de Golf, por un golpe de ventaja sobre el indio Jyoti Randhawa.
El mes de octubre, Madrid y Club de Campo mantienen un idilio ya de varias ediciones y, como todos sabemos, la cambiante climatología de los meses de otoño suele tener mucho poder de decisión en lo que suceda durante estos torneos. Precisamente, en el Madrid Masters 2008, la última jornada se vio muy afectada por la lluvia, pero no por la que cayó durante el juego, sino por la espectacular tromba de agua que recibió el campo durante la madrugada del sábado al domingo.
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