Aldrich Potgieter echó un vistazo a la clasificación antes de alinear su último putt en la cresta del noveno green, sabiendo que tenía que embocar el putt de algo más de tres metros para birdie y romper el empate con Kevin Roy.
El putt rozó el borde izquierdo, y Potgieter perdió la oportunidad de coronar un día de récord al hacerse con el liderato absoluto de la primera ronda del Rocket Classic este jueves.
«Tenía muchas ganas de embocar ese putt», dijo.
Potgieter y Roy tiraron cada uno un 62 (-10) para romper el récord de 18 hoyos del torneo.
Detroit Golf Club ha sido uno de los campos más fáciles desde que el PGA TOUR lo convirtió en una parada anual en 2019.
Un par de graduados del Korn Ferry Tour lo aprovecharon al máximo.
Potgieter, el sudafricano de 20 años que creció en Australia, comenzó en el décimo y estableció un récord del torneo con un 29 (-7) en los últimos nueve. Sumó tres birdies en los últimos nueve hoyos y embocó un putt de más de tres metros desde la izquierda en el último hoyo.
Potgieter y Roy, de 35 años, hicieron un eagle y ocho birdies cada uno en rondas sin bogeys.
En el hoyo 17, par 5, de 578 yardas, el drive de Roy recorrió 300 yardas, su segundo golpe viajó otras 288 yardas y su chip desde el rough rodó desde diez metros.
«Fue uno de esos días en los que todo encaja», dijo Roy. «Me sorprendió que mi madera 5 llegara tan lejos. Tenía 279 hasta bandera. No le pego a una madera 5 tan lejos, pero quizá sea un poco de adrenalina o algo así».
Por muy bien que jugaran Roy y Potgieter, no pueden sentirse cómodos en un campo corto con greenes aún más receptivos de lo habitual por las recientes lluvias.
«Fue bastante fácil», dijo Andrew Putnam tras un 64.
Min Woo Lee, Max Greyserman y Mark Hubbard se quedaron a un golpe tras igualar el récord del torneo anterior de 63. El dos veces campeón de un major Zach Johnson estaba en el grupo de siete jugadores que estaban a dos golpes.
