Luna Sobrón, autora de un “estoy contenta, creo que estoy en disposición pronto de ganar”, tras entregar una primera tarjeta de 68 golpes que la ubica en la quinta posición, se sumó al festival de birdies en el que se convirtió el impactante comienzo de La Sella Open, el torneo de las mujeres, la competición con el montante en premios, un millón de euros, más elevado en la historia del golf femenino profesional en nuestro país.
Las expectativas eran muy buenas, pero la realidad superó ampliamente a los positivos vaticinios que convirtieron la primera jornada en una experiencia electrizante, una acumulación de aciertos que transformó el desarrollo inicial del torneo en todo un espectáculo.
La mayor responsable, la canadiense Anna Huang, la última en salir al campo del grupo de la mañana, que elevó el listón hasta extremos insospechados, una referencia temporal para ubicar una gesta difícilmente repetible: 64 golpes, 8 bajo par en una tarjeta carente de fallos.
Su espectacular propuesta concentró los 8 aciertos en los 13 primeros hoyos, una dinámica imposible de reproducir desde ese punto, amarrando en cualquier caso valiosos pares en la recta final del bello recorrido de La Sella Golf para convertirse, a las primeras cambio, en objetivo de todas y en obligada consulta del récord del campo, en posesión de la francesa Anne-Charlotte Mora, que rubricó 63 maravillosos golpes en la tercera jornada del La Sella Open de 2023.
Luna Sobrón, ensombrecida como todas por esa actuación tan cercana a la gesta, reivindicó sin embargo el valor de una jornada sólida, convincente y brillante, los mismos calificativos utilizados para describir el rendimiento de la francesa Nastasia Nadaud, de la alemana Leonie Harm -empatadas en la segunda plaza con 6 bajo par- y de la eslovena Pia Babnik, cuarta con -5.
Después, al acecho, Luna Sobrón relataba en casa club su satisfacción por jugar en casa, por estar arropada por los suyos, por haberse adaptado pronto a la pérdida de la bolsa de palos sufrida en el torneo disputado en Houston dos semanas atrás.
La golfista balear alternó aciertos y errores a pares en el inicio de una vuelta que comenzó en el décimo hoyo. Luego, más serena, a partir de su noveno hoyo, los golpes decisivos superaron con creces un mínimo error en el penúltimo hoyo de su vuelta compensado por otro oportuno birdie en el siguiente.
Fue entonces cuando, avalada por semejante capacidad de acierto y reacción, manifestó unas buenas sensaciones que le invitan a conseguir lo máximo, un objetivo en cualquier caso complicado en un torneo que reúne a las mejores jugadoras profesionales del continente europeo, que se muestran, como la propia Luna Sobrón, “en disposición de ganar”.