En la primera jornada de la competición, Greg Chalmers terminó como líder con 66 golpes mientras que Tiger Woods empezó con dos bogeys su recorrido para terminar con tres birdies en los últimos seis hoyos.
El golfista volvía a la competición tras su última aparición, el 9 de marzo en el World Golf Championships-Cadillac Championship, después del cual sufría una operación para recuperarse de unos dolores en su espalda.
El norteamericano no tenía muy clara su participación en el torneo, pero tras la cirujía, los doctores le comentaron que las dolencias serían mínimas, así que decidió acudir a la cita.
«La espalda está perfecta, sin punzadas ni nada, me siento fantástico. Esa es una de las razones por las cuales me dejé ir en los golpes de salida, dándole muy duro a la bola», comentaba a los medios.
Woods se mostró muy sólido también desde el tee, donde utilizó 31 putts, siendo la zona en la que el golfista pasó más tiempo practicando durante su rehabilitación. «Creo que la parte más dura fue coger el ritmo de competición, ya que no es lo mismo cuando juegas con tus amigos todo el día por dinero y cosas así, pero aquí el nivel es diferente».
