29 de abril de 2024

Jay Monahan

Jay Monahan

El destino tiene casualidades, curiosidades y crueldades que escapan por completo al control del ser humano. Por más que nos aferramos a la idea de forjar nuestro destino, la Vida es lo que nos sucede mientras intentamos vivir nuestra vida.

Por casualidad, en 1988, un tórrido día 25 de agosto, con Madrid vacío, mantenía una reunión con el Director de Promoción y el Director de Marketing de Philip Morris España, para incorporarme como Responsable de Contratos y Patrocinios Deportivos de la Marca.

El destino hizo que a las dos semanas de incorporarme, la Compañía anunciara el patrocinio de la Copa del Mundo de Golf. Estuve tres ediciones de la misma trabajando con el International Events Team de la Marca. La primera edición, en Melbourne, Australia. Seis semanas muy intensas y enriquecedoras.

Allí conocí a un joven jugador de golf, unos diez años más joven que yo (contaba con 27 en aquella época), hijo de un Directivo de la Marca en el país austral. El tenía hándicap bajo (yo era aún aficionado con hándicap 0,8) y compartimos cuatro o cinco días en el campo. Moonah Links, Kingston Heath, Royal Melbourne, campos especiales, algunos entre los mejores del mundo.

Mantuve el contacto con su padre y con él, y el destino hizo que nueve años después, aquel joven, ya más crecido, se encontrara en la recepción de Guadalmina Golf en noviembre de 1997, esperándome. Había venido a jugar la Escuela de Clasificación del European Tour (entonces). Consiguió la tarjeta, jugó varios años, y luego buscó su destino en USA. Consiguió la tarjeta del PGA Tour y llegó a ganar un torneo. Hoy juega como “past champion” y en un año o dos dará al salto al PGA Tour Champions.

El destino quiso que un día de noviembre de 1999 sonara mi móvil (ya tenía uno recién estrenado) y al otro lado una voz me ofreciera empezar a retransmitir el PGA Tour para Vía Digital. Ahí cambió mi vida para siempre.

Lo más complicado que he tenido que solucionar en estos casi venticinco años es estar comentando un Tour que se disputa entre 5.000 y 10.000 kms. de donde estoy, con exiguas presencias in situ para Grandes o The Players. No tienes información de primera mano.

De nuevo el destino quiso que mi buen amigo y compañero de juego más de una década antes en Australia respondiera a mi llamada y se ofreciera a ayudarme cuando lo necesitara.

Como comprenderán, mantendré el nombre reservado por motivos obvios, En los próximos meses se van a sustanciar cosas muy importantes y no deseo en absoluto ser un lastre para una buena persona.

La casualidad del destino hizo que estuviera presente en la reunión que ayer a las 4:00 PM se celebró, a puerta cerrada, en la Casa Club del Oakdale Golf and Country Club de Toronto, Ontario. En dicha reunión, Jay Monahan se presentó ante los jugadores presentes y explicó lo que había comunicado horas antes, ante la estupefacción de TODOS los jugadores. Llegó cinco minutos antes en avión privado, se trasladó en un vehículo SUV negro con cristales tintados y entró por la puerta de atrás, como si de un delincuente se tratara. Increíble.

Jay Monahan

La reunión puedo asegurarles que no fue caliente, sino lo siguiente. El 90% de los asistentes pidió la dimisión del Comisionado. Le llamaron de hipócrita para arriba.

El momento mas tenso fue la discusión entre Rory McIlroy y Grayson Murray. Murray se quejaba, con razón, y tal y como comentaba en mi aportación de ayer, que el año 2024 habría muy pocas oportunidades para jugar para los jugadores del PGA Tour. El regreso de los “arrepentidos”, más lo que saldrán de la restituida Escuela de Clasificación, hasta el año pasado para el Korn Ferry Tour y a partir de 2023 ya para el PGA Tour, más los incrementados primeros clasificados del Korn Ferry Tour, más cualquier jugador del DP World Tour entre los diez primeros de la Race to Dubai, más los no miembros que consigan la tarjeta por puntos Fedex, más los universitarios, más algún ganador sin tarjeta de aquí al final del año, reducen sensiblemente la posibilidad de jugar para jugadores con exención de nivel inferior. Para los que llamamos “de la clase media” con cariño. Es decir, la base y la mayoría del PGA Tour.

Entonces saltó Rory McIlroy y le espetó que “juega mejor”. Y ahí se lio la parda. A Rory se le echaron encima ese 90% y resonó en varias ocasiones “f……. off”, algo parecido a “Vete a la M” o “Vete a TPC”. El papel de Rory es cada vez más asombroso. Ha perdido el Norte, y esto se nota en el campo.

Rory McIlroy

El destino quiso que viniera hablando con mi amigo, regresando de mis clases de miércoles de fuera de Madrid, y que, al llegar a casa, Golf por Movistar+ estuviera reponiendo el RBC Canadian Open 2022.

Fue un torneo especial. Rory ganó en loor de multitudes. Hizo aquel speech de “una más que algún otro” y Jay Monahan, en directo con Jim Nantz en la CBS, hizo una emocionante reflexión. Incluyo a continuación una traducción fidedigna de sus palabras:

“Semana desafortunada originada por decisiones desafortunadas. Jugadores que violan nuestra reglamentación de torneos que me han obligado a comunicar a algunos de nuestros miembros algo que nunca me hubiera gustado comunicar. Pero es mi trabajo proteger y defender a los miembros del PGA Tour, patrocinadores y aficionados. Creo que a nadie le sorprenderá por lo claro que he sido en como manejaré esta situación”

“Te respondo por que estos jugadores nos necesitan tanto, a pesar de haber firmado contratos plurianuales para jugar partidos de exhibición contra los mismos jugadores una y otra vez. Lo comparas con lo que vemos hoy, verdadera y honesta competición, y por eso nos necesitan tanto. No vamos a dejar que algunos jugadores se vayan libremente a jugar esos partidos, mientras otros miembros nos dan este espectáculo”

“Las Series LIV tienen su parte más importante en territorio de EE. UU. y los jugadores no van a poder llevar a cabo su responsabilidad como miembros del Tour. Repito, debo proteger a nuestros miembros leales”

“Yo no trabajo para el Gobierno Saudí. Es un problema de los jugadores que han decidido tomar ese dinero. Debemos hacernos una pregunta. ¿Por qué? Por que este grupo gasta decenas y centenas de millones de dólares en reclutar jugadores y cambiar el concepto del golf, sin posibilidad de recuperar la inversión, diciendo que es “por el growth of the game”. Y yo me pregunto de que manera es esto bueno para el juego que amamos”.

“He hablado con los jugadores individual y colectivamente y hay implicaciones diversas. Sobre las familias del 9/11 (atentados Torres Gemelas), yo mismo tengo dos familiares víctimas de los ataques terroristas. Mi corazón está con esas familias. Le preguntaría a cualquier jugador que se ha ido si alguna vez ha tenido que pedir perdón por jugar en el PGA Tour”.

“Tenemos el apoyo de los medios de comunicación, de los patrocinadores, de los voluntarios y de los aficionados. La vida es cumplir un propósito. Los mejores jugadores del mundo y esta Organización hacen cosas increíbles día a día, semana a semana. Esta Organización continuará evolucionando y haciendo crecer el golf de la manera correcta. No puedo estar más ilusionado por lo que nos espera”

Jay Monahan - Jim Nantz

El destino es cruel. El mismo día de la rueda de prensa. El día después de la infame Nota de Prensa, esto.

Me recordó a Pedro Sánchez diciendo y jurando que “No pactaré con Bildu. ¿Se lo repito? No pactaré con Bildu. ¿Se lo repito? No pactaré con Bildu……

Jay Monahan ha pasado de ser el adalid del golf mundial a ser una marioneta en manos del PIF Saudí, por debajo del Presidente del Consejo de Administración Al-Rumaiyyan (ver mi aportación de ayer). Brutal. Y todo por un sillón y dinero. Y por ocultar la pésima gestión financiera, específicamente el fallo del proyecto streaming y de Golf TV, con pérdidas de ingresos multimillonarias. El streaming NO funciona en el golf, ni para el LIV ni para el PGA Tour. No sé como se puede mirar hoy al espejo. Hipócrita es lo mínimo que se le puede decir.

Hoy los medios americanos estallan contra Monahan y hablan de “venta, saldo” y de cosas peores. Los titulares que hemos leído ayer en España sobre “la Paz en el mundo del golf” distan mucho de ser ciertos. Se ha desenterrado el hacha de guerra.

Y eso que aún no hemos oído ni leído nada de Tiger Woods, Jon Rahm y otros Grandes del golf que declinaron ofertas de siete, ocho y nueve ceros a la derecha por ser leales al PGA Tour. Para que luego el Comisionado les fuera desleal a ellos.

¿Les van a compensar? ¿Públicamente? ¿Privadamente? Veremos.

Y mientras, Greg Norman desparecido. Es el Gran derrotado. Desaparece del golf mundial. Su actitud altanera y a veces despectiva le llevó a pensar que era un semi Dios y que el dinero podía con todo. Y el dinero le ha derrotado. El destino también le tenía preparado un regalo.

Destino. Destino de Caballero. Destino de farsante. Uno elige, y se prepara para lo que venga. Piensa en lo mejor y se prepara para lo peor.

Vaya dia, Por Dios. Que se acabe de una vez.

 

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