Después de liderar los dos primeros días, el sueco se cayó el sábado en la pizarra (76). El domingo volvió a escalarla con un 65(-7) para poner el listón de la casa club en 12 bajo par.
Cuatro partidos más atrás, Wiesberger lideraba por uno a falta de tres hoyos, pero dejó escapar la ventaja con un bogey en un par 5 y terminó entregando un 69(-3) para empatar con Lundberg.
Volvieron a jugar el 18 (par 3). Wiesberger la dejó mucho más cerca, pero Lundberg la metió por delante y el austriaco no pudo igualar el birdie desde cinco metros.
Lundberg salió el domingo a seis golpes y empezó como un tiro con cuatro birdies en los cinco primeros. Un bogey en el 8 le detuvo momentáneamente, pero recuperó la carrerilla con otra racha de cuatro birdies en cinco hoyos a partir del 11.
A sus 40 años, Lundberg tiene dos victorias en el Circuito Europeo, las dos en Rusia, y la última data de 2008. Después de su 76 de ayer todo hacía pensar que había tirado el torneo, hasta que metió los dos primeros pats del domingo: «Hoy se lo debo todo a los dos primeros hoyos. Metí dos pats buenísimos y de pronto cambié de actitud.
«Intentaba ir a lo mío y no mirar las pizarras porque sabía que tenía detrás a grandes jugadores y hay dos pares cinco seguidos donde se pueden hacer muchos birdies. Yo iba intentando hacer las menos posible y esperaba que fuera suficiente para llegar a desempatar.
«En el desempate pegué un golpe bastante regular y en cambio el de Bernd fue fantástico, pero así es el golf. Tuve suerte porque me quedó un pat muy parecido al de la última vuelta y me sabía la caída, pero meterlo fue algo increíble.
«Ganar esto supone muchísimo para mí, sobre todo teniendo en cuenta que he tenido que pasar por la Escuela los últimos cuatro años.»
A Wiesberger le queda una tensa espera hasta ver si su segundo puesto será suficiente para meterse entre los 60 primeros del mundo que jugarán en Pinehurst la semana que viene.
Una victoria este domingo le habría asegurado su debut en el Open USA, pero ahora va a depender de los resultados del del St Jude Classic en el circuito norteamericano.
«Estoy orgulloso de mi juego esta semana aunque puede que me haya quedado un poco corto para entrar en el US Open. Ya no depende de mí, pero si voy llegaré jugando bien.
«He tenido el torneo en las manos y lo he dejado escapar. En el 16 pegué cinco golpes malos que me han costado muy caro.
«En cambio pegué un gran golpe en el desempate, pero él metió un gran pat. Me alegro por él porque lleva tiempo sin ganar y se lo merece, aunque en el fondo sé que lo he tirado.»
Gran actuación de los dos españoles que han subido espectacularmente en la pizarra durante el fin de semana.
Miguel Ángel Jiménez que estaba el viernes en el puesto 37, termina quinto empatado en -8 después de un 67 final con cuatro birdies, un eagle y un bogey.
«Le he pegado muy bien toda la semana, la única pena fueron los tres dobles bogeys del segundo día, pero muy contento de haber vuelto a la parte de arriba de la pizarra.
«El eagle del 13 ha sido fantástico. Estaba a 105 metros justo en el semi rough, y pegué el 52 grados. Iba por la línea, picó a unos metros del hoyo y pensé “va a ser muy buena”.
«Me alegro de haber jugado esta semana, he vuelto a pegarle bien, creo que todo mi juego está en su sitio y voy bien preparado al US Open.»
Eduardo de la Riva ha entregado un 69 final con cinco birdies y dos bogeys para terminar séptimo empatado en -7.
«Un top ten en un torneo del Circuito Europeo está siempre muy bien. Lástima que varios pats al principio de la vuelta no hayan querido entrar, pero he metido el último para irme contento.
«Estoy muy a gusto en este campo y creo que se me da bien. Me gusta mucho este sitio, he venido ya tres o cuatro veces y espero volver el año que viene.»
